“EL LLAMADO SALVAJE”. LAS SEÑALES DE LA NATURALEZA
JORGE VILLEGAS HERNÁNDEZ
“NOTICIAS DEL MUNDO” eltiojorge.com
FOTOGRAFÍAS: FOX DISNEY
Vivir es algo que puede ser tan simple como respirar, comer, descansar tal vez, y ver pasar los días y los años.
Vivir a plenitud es algo que va mucho más allá de todo lo anterior y más.
Son muchos los regalos que nos hace la vida, cuando abrimos nuestros sentidos, y cobijamos los instantes.
Son más y mejores los regalos, cuando descubrimos al menos una MISIÓN que nos lleve a la plenitud.
Y muy poco tiene que ver el intelecto en esta noble tarea.
Descubrir una MISIÓN es más bien abrir nuestros sentidos a LAS SEÑALES DE LA NATURALEZA.
Es algo verdaderamente cotidiano sentirnos realizados con lo que se nos presenta en el día a día.
Sin embargo, es también algo cotidiano sentir que hay algo más de nosotros y para nosotros.
Algo que no sabemos exactamente como es, y donde se encuentra.
Y queda claro que esa percepción
puede darse también en los perros,
por mencionar un animal tan presente
en nuestras vidas.
Buck es un enorme perro Molosiano, qué más bien parece un San Bernardo tipo antiguo, con tintes de Mastín, tal vez español. Muy parecido a lo que retrata Velázquez en su famoso cuadro de varias dimensiones «LAS MENINAS».
Pero bueno, esa es harina de otro ensalada
El punto relevante es que BUCK nació y creció «con pañales de seda». Una aristócrata casa sureña de finales de siglo 19.
Muy alejado y lejano a que se considere cualquier ejemplar canino grande, joven, fuerte y saludable cómo tesoro preciado para ciertas tareas.
El entorno de BUCK dista mucho de ser un sitio preferido por aquellos amantes de lo ajeno, que encuentran en perros de estas características, algo valioso que pueden sustraer y vender en el lejano territorio del Yukón, donde proliferan los buscadores de oro, tan necesitados de ejemplares que puedan arrastrar sus trineos.
Esta peculiar condición, le da un giro de 360 grados a la vida de este perro.
De un momento a otro, su vida se ve inmersa en situaciones muy difíciles y diferentes a las que él ha vivido.
De ser una enorme mascota mimada y echada a perder, pasa a ser un perro sin más amigos que él mismo.
Ahora, su interés prioritario es sobrevivir.
Tarea nada fácil en un territorio tan adverso en todos los sentidos.
Sin embargo, va descubriendo que tiene una gran misión en la vida.
Va descubriendo qué existe una fuerza interna que lo ayuda a salir adelante.
Va descubriendo que lo mejor que puede hacer es abrir sus sentidos a «EL LLAMADO SALVAJE».
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