«LA ESPÍA ROJA» ¿PUEDE LA TRAICIÓN SER CONSIDERADA COMO UN ACTO DE HUMANIDAD Y VICEVERSA?

JORGE VILLEGAS HERNÁNDEZ “eltiojorge”

La historia de la humanidad como tal, se ha venido desarrollando entre secretos, mentiras y traiciones.

Por algo se dice, y muy acertadamente, que la Historia la escriben los triunfadores.

Con la llegada de la SEGUNDA GUERRA MUNDIAL; o continuación de la PRIMERA GUERRA MUNDIAL, como much@s la refieren; los juegos de espías cobran una fuerza inusitada

¿Y que decir de la posterior GUERRA FRÍA?

Los aliados se convierten en enemigos.

Los oponentes se transforman en verdaderos socios estratégicos.

Bueno. Hasta en nuestro país estamos viviendo una verdadera falta de convencimiento e ideología, en los actores que se dicen políticos.

Brincan de aquí para allá, y de allá para cualquier otro lado.

Pareciera que esto anterior fuera LECHUGA DE OTRA ENSALADA.

¡PERO NO!

Las alianzas, las traiciones

y los falsos convencimientos políticos

¡No son más que EL PODER POR EL PODER!

¿Qué puede ser más importante durante un enfrentamiento bélico?

¿La lealtad para con un país, o para con la humanidad toda?

Ya era inminente que se desatara la colisión que sacudió al mundo de finales de los 30as, a mediados de los 40as.

Por un lado, Alemania, Japón e Italia.

Por el otro, Inglaterra, qué liderea el bloque europeo; y desde luego la posterior incorporación de Estados Unidos ¡Siempre ventajosos y metiches!

Pero bueno, todavía no se desata el conflicto bélico; pero ya todo se está armando en el mundo de los científicos y de los espías. Y, desde luego, en el de quienes juegan ambos roles: Científicos/Espías, o en el orden en que se les quiere acomodar.

El gran reto para ambos equipos contendientes, es desarrollar un arma de destrucción poderosísimamente destructiva: LA BOMBA ATÓMICA.

Esta es una historia basada en un hecho real, que se desarrolla desde 1938 a nuestros días.

Una joven y brillante física inglesa, que descubre que hay más HUMANIDAD en la TRAICIÓN, que es la LEALTAD misma. Cuando menos, desde su muy personal óptica.

Su vida se reduce a guardar secretos, compartirlos, vivir en la incongruencia de la ética ¡Y ver pasar siete décadas de recuerdos confusos y taladrantes de quien se le conoció como «LA ESPÍA ROJA»!