Diversos estudios han demostrado que las sustancias que ocasionan sordera parcial o reversible son los analgésicos de salcilato (que también trata afecciones cardíacas), la quinina (para el tratamiento de la malaria) y algunos diuréticos (para el control de ciertas condiciones del corazón y renales).
Mientras que algunos antibióticos aminoglucósidos, como la gentamicina, la tobramicina, la amikacina y la estreptomicina, así como los que se utilizan en la terapia contra el cáncer como cisplatino y el carboniplatino podrían impulsar el progreso de la hipoacusia permanente.
Los especialistas de MED-EL comparten que los síntomas que presentan los pacientes con esta afección pueden ser de tipo coclear o vestibular. En el primer caso, la tinnitus o zumbido de oídos es evidente y puede o no estar acompañada de sordera. El vestibular aparece cuando la persona está en movimiento y manifiesta malestares como dolores de cabeza, mareos, vértigo, náusea o vómito. La ototoxicidad también podría afectar al feto o neonato durante el embarazo.
“Con una audiometría podemos detectar la hipoacusia de forma temprana. En ocasiones, los problemas de equilibrio pueden no ser percibidos por los pacientes porque nuestro cuerpo los compensa a través de mecanismos que provienen del cerebro o la vista. Es muy importante conocer cuáles son estos medicamentos que se consideran Ototoxicos y estar pendiente de las reacciones de nuestro cuerpo, cuando estamos expuestos a ellos.”, explicó la Dra. Jimena Atuan, especialista en Audiología, Foniatría y Otoneurología de MED-EL.