PELÍCULA “CHILANGOLANDIA”. ESTRENO 16 DE SEPTIEMBRE
CUANDO NO SE SABE SI REÍR
o LLORAR
¡CHIN!
INFORMACIÓN TÉCNICA
CINÉPOLIS DISTRIBUCIÓN para
JORGE VILLEGAS HERNÁNDEZ (NO HE VISTO LA PELÍCULA)
JORGE VILLEGAS HERNÁNDEZ
AUTOR DE LA NARATIVA DEL INICIO
“NOTICIAS DEL MUNDO. UNA VISIÓN GLOBAL”
eltiojorge.com
Vale la pena aclarar porque se les llama CHILANGOS a los habitantes de esta ahora “difícil” y de “cuarta”; antes majestuosa ciudad.
Por ahí de finales del siglo 19 y principios del 20, comenzaron a llegar a la capital del país muchas muchas muchas personas, que venían de la provincia en busca de mejores oportunidades, entre ellos mi papá.
Además, arribaron muchos muchos muchos inmigrantes, quienes siguieron acrecentando esta ola de mancha poblacional hasta poco más acá de mediados de siglo, con los refugiados españoles.
Posteriormente, la balanza se equilibrró con la salida de paisanos hacia el vecino país del norte.
Pero bueno
ESA ES LECHUGA DE OTRA ENSALADA
En fin. En algún lugar se tenía que ubicar a todos esos provincianos de la primera ola.
A la gran mayoría se les “oriento” hacia las orillas de la ciudad, donde había muchos chilares, y que era una activdad nada socorrida por los habitantes originales.
¡Ahí sí se salvó mi apá! porque tenía muchas muchas muchas ganas de trabajar “productívamente”; se casó con un jovencita que había aprendido el arte del comercio de los mejores maestros (árabes, myormente libaneses), e hicieron de la actividad del comercio ¡toda una forma de vida poductiva!
Ellos se salvaron de ser CHILANGOS
¡MIS HERMANOS Y YO TUVIMOS SUERTE!.
Mayormente sucedió lo mismo o algo similar con los inmigrantes árabes, judíos y españoles; quienes no llegaron a otra cosa más que a trabajar, trabajar y trabajar.
Pero
¿QUÉ SUCEDIÓ CON
LOS CHILANGOS DE LA PROVINCIA?
Pues llegó el momento en que ya no les gustó mucho trabajar en los chilares, además de que no se necesitaba tanto chile, sin que suene a albur. Y se fueron moviendo hacia losinteriores de la Ciudad de México, con todo y su apelativo ¡
Y SURGIÓ “CHILANGOLANDIA”!
Muchos hijos, nietos, bisnietos.
Y como hubieera dicho CACHIRULO:
“LOS HIJOS DE LOS HIJOS DE LOS HIJOS”.
Y aquí están en esta historia
Las bellas calles de París o los altos rascacielos de Nueva York, no se comparan en lo absoluto con Tenochtitlan; conocida oficialmente como la Ciudad de México y pa´ los cuates como “CHILANGOLANDIA”.
Aquí en esta selva de asfalto, habita una raza que se alimenta de quesadillas que no son de queso, y que tiene miedo a los temblores: los chilangos -, que a pesar de las fuerzas naturales y humanas a las que se enfrenten, siempre salen victoriosos! O por lo menos, así creen que lo hacen.
“CHILANGOLANDIA”, o la amas o la odias; pero no le es indiferente a nadie. Es un lugar donde suceden muchas cosas, y se cuentan muchas historias, como la de Ramiro, el taxista. Él está convencido de que su vida cambiará cuando su sobrino “El Chulo” se convierta en la próxima estrella de fútbol, al probarse en las fuerzas básicas.
Del otro lado de la ciudad, Carmen y Miguel. Ella es una mujer que busca desesperadamente mejorar su situación económica en compañía de su marido mandilón. Recibirán por equivocación una maleta con 10 millones de pesos. El dueño de la maleta buscará recuperar su dinero mientras que Carmen y su marido deberán pagar sus deudas y gastarse el dinero antes de que los atrapen.
“CHILANGOLANDIA” es una comedia que retrata cosas de la vida cotidiana en la ciudad, de principio a fin.
Está escrita y dirigida por Carlos Santos. Es su ópera prima.
Entre los actores que le dan vida a esta divertida historia están Luis Felipe Tovar, Silverio Palacios, Moisés Iván, Priscila Arias “la Fatshionista”, y Liliana Arriaga, mejor conocida como “La Chupitos”, en su primera aparición en el cine; donde terpretará un personaje diferente al que estamos acostumbrados a ver. Y otros talentosos actores.
NO TODOS LOS CAPITALINOS SOMOS CHILANGOS.
NO TODOS LOS CHILANGOS SIGUEN SIENDO CHILANGOS. MUCHO MENOS LOS CHILANGOS MODERNOS.
PERO HAY QUE ADMITIR QUE LA CHILANGUÉS SE DISEMINÓ CÓMO CHILE PICOSO EN EL POZOLE.
Y ASÍ CRECIÓ CRECIÓ Y CRECIÓ
«CHILANGOLANDIA»
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